lunes, 26 de diciembre de 2016

Hace mucho que no escribo en "las ruedas de la vida", pero eso no significa que no tuviera nada que decir. Lo que pasa es que no he encontrado el momento de sentarme a compartir con vosotros mis reflexiones que parten de anécdotas de mi vida, como ya habréis podido apreciar aquellos que alguna vez me han leído.

Estos últimos dos años han pasado muchas cosas. Entre ellas, he vuelto a vivir y ahora estoy recuperando el tiempo perdido. Tantos años dando vueltas y vueltas, soñando y soñando, convencida de alguna manera de que esto pasaría.


Todo empezó cuando la naturaleza me habló y me dijo que me fuera con él y que no hiciera caso a los moscardones, al principio me costó, no hacer caso a los moscardones digo, pero ahora que puedo decir que lo he conseguido, me fascino. Me fascino.

Me fascina la mano generosa y la voz sincera que ha hecho remover tantas cosas en mí. Estoy dejando de ser un poco catoblepas y poco a poco, voy irguiéndome, dejando atrás la cruz de la ignorancia, dejando atrás la cruz de los que no me han apreciado, dejando atrás la corona de laurel, y poco a poco, voy mejorando la técnica.


Así que espero que algo se haya notado en estas pocas palabras y también espero que lo disfrutéis y os deleite.











No hay comentarios:

Publicar un comentario