sábado, 19 de julio de 2014

Bloque II: Etapa 4 // El espejo


Esta etapa deja sin aliento. Mi sensibilidad no abarca tanto. Y mi mente menos.
Ese día pude ver, una composición de rojizas piedras, verdes matorrales con motitas de seda blanca y troncos grisáceos, quemados y todavía vivos, para empezar.
Además de escuchar dos tipos de silencio, uno abierto místico, otro acotado y sobrecogedor. El ladrido de un Basset cantándole a la vida.
Pude sentir el viento por todo mi cuerpo en un columpio casi interminable en medio del bosque, y aguas que mantienen un constante curso durante miles de años formando esculturas de rodeno.
Una maravilla, que termino-comenzó en Molina. En donde se produjo el efecto óptico más espectacular, reflejos del pasado-presente-futuro en mi cuello. Sanando mi tensión acumulada durante hace tiempo. Cosas curiosas que pasan sin más explicación. 






















 

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